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The Colla community in the Atacama Region of Chile has been sounding the alarm about the possible impacts of lithium extraction for the ecosystems they depend on, and, more specifically, for water sources. Over the past few years, multiple companies have been developing lithium extraction projects in areas of the Maricunga Salar and nearby lagoons where they have concessions. Today Earthworks and the Colla Indigenous Community from the Comuna of Copiapó present a new geophysical survey of the Maricunga Salar (salt flat). 

In April 2023, Chile’s government announced a National Lithium Strategy, which established an important role for the Chilean state in the lithium sector through public-private business contracts. In the case of the Maricunga Salar, at the beginning of 2024 the Chilean state mining company, Codelco, bought the Salar Blanco project which is the furthest developed in terms of permitting, given that it has its Environmental Qualification Resolution and is now looking for financing and support to make the project operational.

The Salar de Maricunga is an important habitat for Andean and Chilean flamingo species.

But Codelco must recognize that it has purchased a project with various risks for the company and its financiers and investors. The study published today shows that there is still not enough data available to create an adequate model of the Maricunga Salar’s watershed. This means that we cannot calculate the impacts of lithium extraction for the fragile ecosystems that depend on the salar, or for communities that depend on and have water rights to streams that flow down from the salar. Codelco’s project is currently facing legal challenges in Chile’s Environmental Tribunal, since the project did not implement a consultation process with the Colla Indigenous Community of the Comuna of Copiapó or other communities in the area. This presents further risks for financiers and investors. 

The environmental impact study for the Salar Blanco project focused on data collection in the northern part of the salar where the lithium extraction operations would be located, and concluded that there will be no impacts to the rest of the salar or nearby communities. The Colla Indigenous Community of the Comuna of Copiapó has taken care of this territory for over a century, and it was due to their concerns and observations they raised that we commissioned this study on the geophysical characteristics of the salar. It found:

A map that shows the partial protection of the salar (area inside the green line is protected).
  • The clay core in the northern part of the salar could form part of an interconnected system which could make the center and southern parts of the salar vulnerable to the impacts of brine extraction for lithium.
  • Corroboration of the hypothesis that subterranean water discharges from the south of the salar to the Paipote stream, which the Colla Indigenous Community of the Comuna of Copiapó has water rights to. 
  • The environmental impact assessment does not have sufficient data to assure that the discharges that reach the central and southern zones of the salar are discharged through evaporation.

This year, the Chilean government announced the creation of a network of protected salares as part of its National Lithium Strategy. According to Minister of the Environment Maisa Rojas, “we know that salares are fragile and unique ecosystems, and creating protected areas is an excellent way to guarantee the survival of these ecosystems in the future.” As part of this strategy, the Maricunga Salar was put under partial protection, with protections given to the southern part of the salar where there is a national park and a Ramsar Site, a wetland of international importance. But if a salar is an interconnected system, as is suggested by this new study and the traditional knowledge of the Colla People, Codelco cannot protect the southern part of the salar while moving forward with lithium extraction in the northern part–these goals directly contradict one another. 

A bulletin by the Observatory of Latin American Environmental Conflicts and the Observatory of Mining Conflicts in Latin America from 2021 highlights that, “to understand Maricunga you need a much deeper look than is common, in which the ecosystems that are part of these territories are interconnected.” If the Chilean government wants to protect these fragile and unique ecosystems, it must produce studies that view the salar as an integrated and interconnected system. Partial protection does not consider this and leaves all the species, both human and non-human, that rely on and live alongside this salar vulnerable. 

The dispute surrounding the environmental impact studies of the Salar de Maricunga shows us the importance of consulting with Indigenous communities before a mining project begins. These communities that have spent centuries studying an ecosystem and how it functions thanks to ancestral knowledge of a territory and its life forms, have the right to consent to projects that take place on or near their territories, and consider these projects while watching out for their future survival and for the fragile ecosystems that they depend on and take care of.


Nuevo estudio sobre los impactos hídricos de la extracción de litio en el Salar de Maricunga en Chile

La Comunidad Colla en la región Atacama de Chile ha estado sonando la alarma sobre los posibles impactos de la extracción de litio para los ecosistemas sobre los cuales dependen, y, en específico, para sus fuentes de agua. En los últimos años, varias empresas han estado ingresando proyectos de extracción de litio en los  lugares donde tienen concesiones en el Salar de Maricunga y lagunas cercanas. Hoy Earthworks y la Comunidad Indígena Colla de la Comuna de Copiapó presentaron una nueva prospección geofísica del Salar de Maricunga. 

En Chile, el gobierno anunció su Estrategia Nacional de Litio en abril 2023, lo cual entre sus medidas establece un papel importante para el estado  chileno en el negocio del litio por medio de negociaciones público-privadas. En el caso del Salar de Maricunga, a inicios de 2024, la empresa estatal Codelco compró el proyecto más avanzado en el salar en cuanto a permisos–ya que el proyecto “Salar Blanco” cuenta con Resolución de Calificación Ambiental aprobada–y ahora está buscando financiamiento y apoyo para poder operacionalizar el proyecto. 

El Salar de Maricunga es un hábitat importante para las especies de flamencos Andinos y Chilenos.

Pero es importante que Codelco reconozca que ha comprado un proyecto con varios riesgos para la empresa, y sus financiadores e inversores. El estudio publicado hoy demuestra que todavía no hay suficientes datos para crear un modelamiento adecuado de la cuenca del Salar de Maricunga. Esto significa que no se puede calcular los impactos de la extracción de litio para ecosistemas frágiles que dependen del salar, o para comunidades que dependen de y tienen derechos a fuentes de agua que corren aguas abajo del salar. Por otro lado este proyecto comprado por Codelco, se encuentra con recursos legales pendientes en el Tribunal Ambiental, puesto que este proyecto no consideró a la Comunidad Indigena Colla de la Comuna de Copiapó y otras comunidades que habitan el territorio, dentro del proceso de consulta, siendo esto parte del riesgo que tiene este proyecto para financiadores e inversores. 

Los estudios de impacto ambiental para el Proyecto Salar Blanco se enfocaron en recolectar datos solo del norte del salar donde se piensa ubicar las operaciones de extracción de litio, y concluyeron que no habrá impactos para el resto del salar o comunidades en la región. La Comunidad Indígena Colla de la Comuna de Copiapó se ha encargado de cuidar este territorio  por más de un siglo, y fue a causa de sus preocupaciones y observaciones que se hizo otro estudio de las características geofísicas del salar.

Pero el estudio presentado hoy encontró que:

Un mapa que muestra la protección parcial del salar (el área dentro de la línea verde está protegida).
  • El núcleo arcilloso en el norte del Salar podría formar parte de una sistema interconectado, lo cual podría hacer que la zona centro y sur del Salar sean vulnerables a los impactos de la extracción de salmuera para el litio. 
  • Corroboración de la hipótesis de posibles descargas de agua subterránea desde el sur del salar hacia la quebrada Paipote, sobre la cual la Comunidad Indígena Colla de la Comuna de Copiapó cuenta con derechos de agua.
  • El Estudio de Impacto Ambiental generado por la empresa no cuenta con datos suficientes para asegurar que toda la descarga que llega a la zona sur y centro del Salar se descarga por evaporación.

Este año, el gobierno chileno anunció la creación de una red de salares protegidos como parte de su Estrategia Nacional de Litio.  Según Maisa Rojas, la ministra del Medio Ambiente, “sabemos que los salares son ecosistemas frágiles y únicos, y crear áreas protegidas es una excelente herramienta para garantizar la sobrevivencia de estos ecosistemas para el futuro.” Bajo esta estrategia, el Salar de Maricunga fue declarado parcialmente protegido, con protecciones otorgadas a la zona sur del salar donde se encuentra un parque nacional y un sitio Ramsar, que reconoce humedales de importancia internacional. Pero si el salar es un sistema interconectado, como sugiere este nuevo estudio geofísico y el conocimiento ancestral del pueblo Colla, Codelco no puede pretender proteger la zona sur mientras se avance con la explotación del litio en la zona norte–representa dos metas que se oponen entre sí. 

Un boletín del Observatorio Latino Americano de Conflictos Ambientales y el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina del 2021, subraya que  “la comprensión de Maricunga contempla necesariamente utilizar una mirada mucho más profunda a la común, en la que se relacionan los ecosistemas que forman parte del territorio.” Si el gobierno chileno quiere proteger estos ecosistemas frágiles y únicos, se tienen que generar estudios que contemplen el salar como un sistema integrado e interconectado. Una protección parcial no contempla esto y deja vulnerable a todos las especies, humanas y no humanas, que dependen de y conviven con este salar.

La disputa sobre los estudios de impacto ambiental del Salar de Maricunga nos demuestra la importancia de consultar a los pueblos indígenas desde antes que comience un proyecto minero. Estas comunidades llevan siglos estudiando el ecosistema y su funcionamiento teniendo conocimiento ancestral sobre el territorio y sus formas de vida, tienen el derecho a decidir sobre los proyectos en o cerca de sus territorios, y contemplan estos proyectos velando por su sobrevivencia indigena a futuro y por los ecosistemas frágiles que cuiden y dependen de.