El 08 de enero del 2014, asistí a una audiencia pública sobre los propuestos reglamentos de DOGGR al fracturamiento hidráulico y otros métodos de estimulación de pozos en California. Esta reunión tomo lugar en las Oficinas Administrativas del Condado de Kern.
El Condado de Kern produce casi 80% de todo el petróleo y gas natural en California. También es el bastión político de la industria petrolera en el estado. Durante la audiencia, conté no menos de 8 representantes de la industria, cerca de una docena de “simpatizantes,” y no menos de 5 empleados de Chevron, los cuales estaban allí para “apoyar los propuestos reglamentos en nombre de su empresa.”
La audiencia comenzó como cualquier otra, excepto que esta fue la única vez que se proporciono un intérprete para traducir las declaraciones de apertura al español, y cualquier comentario que fueran proporcionados en español al inglés. Sin embargo, esto fue el alcance del trabajo del intérprete. En ningún momento se previeron servicios para las personas que no hablaban inglés para que puedan entender el resto de la audiencia, o comentarios hechos por otra personas en inglés.
Sin querer, me había sentado frente a algunas personas que claramente eran representantes de la industria. Al principio de la audiencia, procedieron a hacer desgraciados y ofensivos comentarios con respecto a la necesidad de un intérprete para traducir las declaraciones de apertura al español. No estoy seguro si se dieron cuenta de que yo soy hispano, o que podía escuchar sus extremadamente ruidosos “murmuras.”
Cuando una mujer hispana presento sus comentarios, mas observaciones fueron dirigidas por los mismos representantes de la industria a la mujer, particularmente sobre su peso, y su origen étnico. Los comentarios siguieron cuando otra mujer hispana habló en español por primera vez. Después de esto, llegue a averiguar el nombre de una de las personas haciendo los comentarios despectivos detrás de mí, identificándola la representante de política, gobierno, y relaciones publicas de Chevron.
La intolerancia, en cualquier forma, es inaceptable. Especialmente cuando se encuentra en las representantes de relaciones públicas de una compañía Fortune 100, cuyas actividades afectan directamente a las comunidades hispanas.
DOGGR también falló en sus funciones para proporcionar servicios de traducción profesional al español, y para otras personas en la audiencia que no hablaban ingles. Al hacer esto, DOGGR potencialmente está excluyendo del proceso público a más de la mitad de la población del Condado de Kern, los cuales se identificaron como hispanos o latinos en el censo del 2010.
Cuestiones de justicia social y ambiental afectan desproporcionadamente a los hispanos y otras poblaciones minoritarias en el Condado de Kern, y por todo el estado de California. Es la responsabilidad de DOGGR de asegurarse que estas poblaciones estén informadas, y que así puedan tomar decisiones educadas sobre su salud y medio ambiente. Sus voces deben ser escuchadas.
Los simpatizantes de la industria continuaron hablando, y un tema en particular dominó la discusión – la independencia energética. Varias personas llegaron a decir que: “cualquier persona que esta contra la extracción de petróleo y gas local tiene sentimientos antiamericanos.” He recibido muchos insultos en mi vida, pero nunca eso. Tiendo a creer que la protección a la salud publica y al medio ambiente es tan Americano como un pastel de manzana.
Los recursos naturales de los Estados Unidos son preciosos. Su uso afecta a cada estadounidense, si hablan inglés o no. No están ahí para ser explotados con fines de lucro por un grupo selecto. Insultos hacia aquellos que quieren proteger a nuestro país es antiamericano, no al revés.
Al final de la reunión, nunca me he sentido más orgulloso de ser hispano y Americano.